Un software de control parental puede bloquear sitios web inapropiados, monitorear la actividad en línea de los niños, establecer límites de tiempo en el uso de dispositivos, y más. Esto puede ayudar a proteger a los niños de amenazas cibernéticas, como depredadores en línea, y de contenido inapropiado, como violencia, pornografía y lenguaje inapropiado.