Una VPN cifra su conexión a Internet y redirige su tráfico a través de un servidor remoto, lo que oculta su dirección IP y su ubicación geográfica. Esto puede ayudar a proteger sus datos personales y financieros contra posibles amenazas cibernéticas, como hackers y ladrones de identidad. Además, una VPN también puede desbloquear contenido geográficamente restringido, permitiéndole acceder a sitios web y servicios que pueden estar bloqueados en su ubicación actual.